En marcha la vendimia 2020 en la DO Empordà con menos cantidad de uva pero de gran calidad

24/08/2020

Las bodegas ampurdaneses han comenzado estos últimos días una vendimia atípica con la estricta aplicación de protocolos de seguridad sanitaria debido al Covid-19

La producción en la denominación será inferior a la media habitual debido a la incidencia del mildiu, que ha afectado especialmente las viñas ecológicas

Las bodegas de la DO Empordà han iniciado estos últimos días la vendimia 2020. Aunque depende de la zona y de la variedad, la vendimia se ha adelantado entre una semana y diez días respecto a las fechas tradicionales. El grueso de la producción -garnachas y cariñenas- se cosechará durante agosto y septiembre. Se prevé que la campaña termine a principios de octubre.

Será una vendimia atípica debido a los protocolos de seguridad sanitaria que se aplicarán a las viñas y las bodegas ampurdaneses a causa del Covid-19. En coordinación con el Departamento de Agricultura, el Consejo Regulador de la DO Empordà y las bodegas han acordado un conjunto de medidas que se aplicarán durante la vendimia para asegurar la salud de los trabajadores. Una de las más importantes ha sido la creación de grupos estables en las bodegas, formados por un máximo de cinco trabajadores, que no tendrán contacto con otros grupos de empleados de la explotación. Controles de temperatura o el uso de hidrogel serán otras medidas que se aplicarán. En algunas de las bodegas más grandes se han nombrado también coordinadores que asesoran el resto de empleados y que velarán por el cumplimiento de las medidas decretadas. Como ya ha ocurrido en los últimos años, las bodegas ampurdaneses no necesitan contratar temporeros de otras zonas, ya que la vendimia en el Empordà la realizan cada año plantillas estables formadas por personas que viven en la zona.

Menos cantidad pero de gran calidad

La producción en la denominación será inferior a la media habitual debido a la incidencia del mildiu, un hongo que prolifera en condiciones de mucha humedad y que merma la capacidad productiva de la planta en dañar las hojas y los frutos. Las abundantes lluvias de esta primavera crearon el escenario idóneo para su proliferación especialmente entre las viñas ecológicas. Según las previsiones de la Comisión Técnica de la DO Empordà, la producción disminuirá este año alrededor del 20% respecto a la media habitual. La incidencia ha sido muy desigual, con viñedos con afectaciones superiores al 50% y otros, en cambio, que mantendrán o incluso mejorarán el número de kilos cosechados respecto a la media. La afectación más importante se ha concentrado en los viñedos de producción ecológica al ser plantaciones que no son tratadas con productos fitosanitarios que pueden ayudar a contener el hongo. Los datos de producción definitivas no se conocerán hasta finales de octubre, ya que las condiciones meteorológicas de las próximas semanas marcarán la evolución de la maduración de la uva y determinarán el volumen final de la vendimia 2020.

Hoy día, el estado de las viñas es excelente y el fruto que se ha salvado del mildiu está muy sano, con óptimos niveles de graduación y acidez. Este hecho permite ser muy optimista respecto a las buenas aptitudes enológicas de la uva.

Tierra de garnachas y cariñenas con una riqueza varietal única

La DO Empordà agrupa a una cincuentena de bodegas que trabajan viñedos de variedades autóctonas y tradicionales para elaborar vinos de gran calidad.
La garnacha representa una tercera parte de la viña ampurdanesa con 572 de las 1.768 hectáreas plantadas. Destaca especialmente la garnacha tinta con 377 hectáreas, seguida de la blanca, con 88, y la roja, con 61. También hay otra variedad, la garnacha 'peluda', más minoritaria con unas 4 hectáreas plantadas. Las cariñenas (negra, blanca y roja) son la otra variedad más representativa del Empordà, con 402 hectáreas, el 22% de total. La denominación ampurdanesa es un área con una riqueza varietal exclusiva, ya que es una zona vinícola que produce todas las variedades de garnachas y cariñenas.

Vinos singulares y con mucha personalidad

Las variedades autóctonas representan cerca dos tercios del viñedo ampurdanés. El porcentaje de las variedades tradicionales no ha dejado de crecer en los últimos años gracias a la apuesta decidida de los viticultores ampurdaneses por la garnacha y la cariñena. Una tendencia que ha ido acompañada con la aparición de vinos de gran calidad elaborados por una nueva generación de viticultores y enólogos, con una buena formación y capacitación, que buscan vinos con personalidad y singulares que sean un reflejo de la zona donde se producen. Anualmente, las bodegas ampurdaneses venden cerca de 6 millones de botellas a más de una cincuentena de países.

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